Hola! Te doy la bienvenida con dos preguntas, ¿Crees que podemos aprender a pensar mejor? ¿Antes de tomar una decisión, sueles valorar la situación desde diferentes ángulos?
Si lo haces, ¡enhorabuena!, pero si no lo haces, entonces sí que puedes aprender a pensar de manera más inteligente. La técnica de autocoaching de los 6 sombreros para pensar está diseñada para ayudarnos a pensar de manera más creativa y autónoma, para tomar decisiones a partir de un razonamiento crítico. ¿Qué te parece? ¿Suena bien verdad?
Esta técnica es muy utilizada en el mundo empresarial, no obstante es perfectamente aplicable a cualquier ámbito de nuestra vida, ya que nos enseña a pensar de manera simple y eficaz, para tomar mejores decisiones. Si quieres aprender a utilizarla ¡Ponte el sombrero! 🙂
¿En qué consiste la técnica de los 6 sombreros?
La técnica de los 6 sombreros fue creada para ayudarnos a pensar de una manera más ordenada y eficiente, considerando los problemas, adversidades y encrucijadas desde diferentes perspectivas, para obtener una visión más completa de la situación. En esencia, los diferentes sombreros nos orientan sobre «cómo pensar» en lugar de «qué pensar».
El objetivo de esta técnica es simplificar el pensamiento, reducir la confusión, mantener la atención en un solo elemento a la vez, y cambiar el enfoque (cambiar de sombrero) para valorar todos los elementos, combinando la lógica y la emoción.
Esta herramienta fue creada por Edward de Bono, un médico y psicólogo maltés especializado en el estudio del pensamiento, autor del exitoso libro «6 Thinking Hats ( 6 sombreros para pensar)», donde explica los seis tipos diferentes de pensamiento, y asocia cada tipo con un sombrero de color, que puede ser blanco, verde, amarillo, rojo, negro y azul.
El significado de los colores de los 6 sombreros para pensar
1. Sombrero blanco – Pensar en los hechos
Al analizar una situación, el enfoque inicial debe centrarse en los hechos, cifras y datos disponibles. Este planteamiento busca recopilar toda la información objetiva que se pueda contrastar (las opiniones no sirven aquí) para definir con claridad el punto de partida. Algunas preguntas que podemos utilizar para realizar este análisis son:
- ¿Qué información dispongo sobre el tema?
- ¿Qué información podría ser útil para resolver la situación?
- ¿Esta situación es un hecho aislado o recurrente?
- ¿En qué punto estoy?
- ¿Hay otras opciones en juego?
2. Sombrero rojo – Pensar desde un punto de vista emocional
El proceso reflexivo de esta vía de pensamiento se aborda desde nuestras emociones, teniendo en cuenta nuestras intuiciones, presentimientos, sensaciones, sentimientos y preferencias.
La finalidad de este enfoque es expresar lo que sentimos libremente, sin necesidad de ofrecer una explicación racional que lo justifique. Por ejemplo:
- Esta oportunidad parece buena pero mi intuición me dice que…
- Tengo la corazonada de que…
- Tengo el presentimiento de que…
- Esta situación hace que me sienta…
3. Sombrero amarillo – Pensar en las oportunidades y los beneficios
El sombrero amarillo nos ponemos en modo optimista y positivo, pero aplicando la lógica para buscar los beneficios, la viabilidad y las oportunidades ocultas en cada situación.
Esta vía de pensamiento es una búsqueda deliberada de lo positivo, que ni siempre son visibles a primera vista, y algunas preguntas útiles en este espectro son:
- ¿Cuáles son los beneficios de esta opción?
- ¿Qué ventajas puede ofrecer a corto, medio y largo plazo?
- ¿Qué cosas puedo hacer para que ocurra lo que espero?
4. Sombrero negro – Pensar en los riesgos
Desde este enfoque tenemos que pensar en todos los riesgos que supone decidir una cosa u otra. Se trata de utilizar el pensamiento lógico y crítico para identificar las razones que justifiquen una actuación cautelosa y conservadora, pero sin dejarnos influir por nuestras emociones.
Esta forma de pensar nos invita a valorar los riesgos e inconvenientes de forma objetiva, por ejemplo, haciendo una lista con todo lo que puede salir mal con el propósito de valorar la situación y tal vez evitar ciertos riesgos.
5. Sombrero verde – Pensar en nuevas ideas
El sombrero verde nos invita a pensar fuera de la caja, a permitir que fluya la imaginación, a plantear nuevas ideas y cambiar el enfoque. El objetivo es realizar un brainstorming y plasmar las ideas sin pensar si están bien o mal, si son viables o no. Es momento de dar alas a nuestra imaginación.
Este enfoque pone la atención en la creatividad, en buscar alternativas y soluciones poco convencionales para expandir nuestro abanico de opciones. Las preguntas típicas de este enfoque son:
- ¿Estoy haciendo todo lo que es posible?
- ¿Eso se podría hacer de otra manera?
- ¿Pueden haber otras explicaciones?
- ¿Qué más se puede hacer?
6. Sombrero azul – Decidir, controlar y planificar
Finalmente el sombrero azul pone el foco en la organización de las secuencias y orientación de los pensamientos, utilizando el planteamiento de los diferentes sombreros.
En términos técnicos, este sombrero tiene que ver con la metacognición, y se refiere nuestra capacidad para reflexionar y controlar el proceso, teniendo en cuenta el orden de los colores utilizados, el equilibrio del tiempo empleado con cada uno, los razonamientos empleados, etc.
¿Cómo utilizar esta técnica de los 6 sombreros para pensar?
Esta herramienta esta diseñada para ayudarnos a pensar de manera ordenada y analítica, y cada sombrero representa una línea de pensamiento.
Su aplicación práctica resulta fácil . Imagina que tienes 6 sombreros, uno de cada color: blanco, verde, amarillo, rojo, negro y azul.
Cuando te pones el sombrero blanco tienes que pensar en los hechos, cuando pones el rojo tienes que valorar la situación desde lo que sientes al respecto, y así sucesivamente, hasta valorar la situación desde todos los ángulos.
No es necesario pasar por todos los colores. A veces la solución llega con el 3º sombrero, pero otras veces cuesta un poco más, en tal caso lo más recomendable «ponerse» los 6 sombreros.
¿El orden importa? De modo general no. Puedes utilizarlos en cualquier orden, no obstante determinadas secuencias pueden resultar más efectivas para unos objetivos u otros. Aquí tienes algunos ejemplos de cómo puedes utilizar las secuencias para distintos fines:
- Para tener nuevas ideas: Blanco + Verde + Azul
- Para identificar soluciones: Blanco + Negro + Verde + Azul
- Para realizar una planificación estratégica: Amarillo + Negro + Blanco + Verde + Azul
- Para la resolución de problemas: Blanco + Verde + Rojo + Amarillo + Negro + Azul
- Para comparar hechos y opiniones: Blanco + Rojo + Azul
- Para elegir entre alternativas: Blanco + Amarillo + Negro + Verde + Rojo + Azul
Esta técnica introduce la creatividad, la lógica, la emoción, el optimismo y el escepticismo en la toma de decisiones, ayudándonos a pensar mejor, con más amplitud de visión, para tomar decisiones más meditadas y acertadas.
La grandeza de esta técnica de Edward De Bono reside en su sencillez. Es fácil aprender el modo de enfocar de cada color, y luego simplemente tenemos que acostumbrarnos a utilizarlos en nuestro día a día. ¿Te animas a probarla?
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