Podemos hacer que las cosas ocurran o podemos esperar a que nos ocurran cosas. Podemos afrontar las dificultados como retos a superar o como lastres que nos impiden avanzar. Podemos sacar nuestro máximo potencial o ir por la vida a medio gas, adoptando una postura pasiva y conformándonos con un mero sucedáneo de lo que podría ser.
Nos merecemos la oportunidad de explorar nuestro máximo potencial. Ser nuestra mejor versión. Disfrutar más, reír más, estar más motivados, ser más felices y vivir más satisfechos con nosotros mismos y con la vida que tenemos.
Es nuestra obligación asumir la responsabilidad de nuestra propia vida y hacer todo aquello que este en nuestras manos para ser felices. Porque la vida distribuye sus cartas, pero nosotros elegimos como jugar.
Y darnos la oportunidad significa pasar a la acción. Debemos dejar atrás las excusas y milongas que nos contamos y empezar a caminar hacia el destino que nos propongamos, porque el camino se hace al caminar.
Todo comienza con un primer paso
No podemos recorrer 10.000 kilómetros sin dar el primer paso, ni cruzar una piscina a nado sin antes saltar al agua y dar las primeras brazadas ni montar en bicicleta sin perder el equilibrio unas cuantas veces…
Todo cambio, habilidad, aprendizaje y mejora requiere emprender una primera acción. Crear el primer borrador, dar la primera pincelada, poner la primera piedra, preparar el primer pastel… la clave es empezar. No será bueno, pero de eso se trata, de ir mejorando.
Sea cual sea nuestra situación, siempre podemos hacer algo para mejorar. Por más insignificante que sea la mejora, es el primer paso para llegar allá donde nos permitamos llegar.
Mi primer paso fue comprar un libro. «Mindset: La actitud del éxito» de Carol Deck. Este libro me hizo entender muchas cosas sobre mi forma de pensar y mis resultados. Me hizo entender las limitaciones de la mentalidad fija y el potencial ilimitado de la mentalidad de crecimiento. (Si quieres saber más sobre la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento te dejo el enlace aquí.)
Este libro fue solo el primero de muchos, y con cada libro aprendo algo nuevo. Mejoro la calidad de mis pensamientos, cambio mis creencias y pongo en practica nuevas acciones que me ayudan a mejorar día a día, y todo empezó con un libro.
Yo soy una persona escéptica, pero si veo cierta lógica en un razonamiento, aunque no este del acuerdo en un primer momento, lo pongo en práctica. Por ejemplo, antes solía vivir muy estresada y enfadada con la vida. Necesitaba serenidad, y buscando formas de aliviar el estrés encontré la meditación. Ahora medito cada mañana entre 15 y 30 minutos y realmente me gusta. Me ayuda a empezar el día con buena energía, motivada y enfocada.
Es importante cambiar de hábitos y añadir nuevas variables a la ecuación para lograr alcanzar resultados distintos, de lo contrario nada cambiará. Dejar de lado los miedos y dar ese primer paso que nos ayude a mejorar las diferentes áreas de nuestra vida, y que la constancia nos acompañe, porque el camino es largo.
La constancia es la clave
Cuanto más difícil sea el objetivo, más grandes serán los obstáculos que tendremos que superar, por lo que debemos armarnos de paciencia y ser constantes. Nos los debemos a nosotros mismos.
La constancia es la virtud que nos permite seguir intentándolo a pesar de los malos resultados y de las dificultades que puedan aparecer por el camino. Es la virtud que nos ayuda a no rendirnos ante los problemas.
La constancia logra éxitos. Pocas veces las cosas salen bien a la primera. En general, para mejorar en cualquier área de la vida debemos tomar acción y ser constantes para alcanzar nuestros objetivos. Si queremos adelgazar necesitamos hacer deporte y comer bien a lo largo del tiempo. No basta con comer bien de vez en cuando.
Cambiar de paradigma, romper con las viejas creencias, potenciar o adquirir nuevas habilidades… todo eso requiere tiempo. No ocurre de la noche a la mañana, por eso, la constancia forma parte de la ecuación éxito.
Un atleta necesita muchas horas de entrenamiento para ser bueno, un chef necesita cocinar muchos platos antes de lograr una estrella Michellin, y un escritor necesita escribir unos cuantos borradores antes de sacar algo mínimamente bueno. No hay atajos.
Si realmente queremos darnos la oportunidad de ser la persona que queremos ser y tener la vida que nos merecemos debemos dar ese primer paso que nos pone en la dirección correcta, porque con cada paso nos acercamos más al objetivo. Con cada paso nos damos la oportunidad de ser más felices.
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