Todo el mundo quiere ser feliz. Nadie de forma consciente y en su sano juicio quiere ser infeliz. Nadie quiere estar deprimido, desganado, desmotivado, frustrado… nadie quiere levantarse cada día a las 5:00 de la mañana para ir a trabajar, ni coger el metro en hora punta y pasarse 8 horas en un trabajo aburrido.
A todos nos gustaría poder vivir la vida que soñamos. No tener que preocuparnos por el dinero, querer y ser querido, tener salud y estar en forma… en fin, estar bien y ser felices, pero, ¿hacemos algo para lograrlo?
La gran verdad es que nos esforzamos muy poco para ser felices. Ni siquiera es una prioridad en nuestra vida. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo durmiendo o haciendo cosas en piloto automático. Nos resignamos a las circunstancias como si no tuviéramos ni voz ni voto.
Asumimos que la vida es dura, que los sueños rara vez se realizan y que la felicidad es algo fugaz. Momentos especiales vividos y compartidos que se esfuman rápido cuando la realidad vuelve a su calce.
¿Qué es la felicidad?
Diversos filósofos y pensadores han teorizado sobre la felicidad a lo largo de la historia y en la actualidad es el centro neurálgico de la psicología positiva. Resumiendo mucho, para los eudemonistas la felicidad estaba relacionada con la autorealización. Los estoicos la relacionaban con la aceptación y la liberación de los deseos materiales, y los hedonistas la relacionaban con los placeres físicos e intelectuales.
La verdad es que no hay una definición única para definir la felicidad. Se trata de un concepto abstracto y relativo que puede cambiar en función del enfoque, pero independientemente de la definición, sí que todos podemos estar de acuerdo que la felicidad está relacionada con estar bien con nosotros mismos y con nuestra vida.
Para mi ser feliz implica sentirme satisfecha con la persona que soy. Implica sentir que no estoy estancada, sentir que avanzo hacia mis metas, y para ti, ¿qué es la felicidad?
Seguro que en tu cabeza se ha formado una respuesta, ¿verdad? Puede que tu visión de sea muy distinta a la mía, pero no deja de ser una definición igual que la mía. Lo realmente importante aquí es ser feliz. ¿Eres feliz? ¿Estás satisfecha con mi vida? Con la persona que eres, con lo que tienes… Si lo eres cojonudo, pero si no lo eres, hay que poner solución. Solo tenemos una vida y ES NUESTRA RESPONSABILIDAD hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ser feliz.
La felicidad no llama a la puerta, hay que salir a buscarla
Nada más que decir. Con el subtitulo resumo todo este apartado pero soy de hablar mucho así que voy a «aporrear las teclas un rato más». La felicidad se construye.
Las cosas no tienen que ser perfectas para llevar una vida más feliz y satisfactoria. Podemos transformar nuestra realidad con solo cambiar la forma de mirar nuestro mundo. Podemos dejar de quejarnos por las cartas que nos han tocado y empezar a jugar de verdad. Luchar por nuestras metas a pesar de la dificultades. Siempre se puede hacer algo.
Para ser felices debemos perdonar nuestros errores del pasado y dejar que se queden atrás. Para ser felices debemos avanzar y ser capaces de vivir el presente. La felicidad no está en el pasado, ni tampoco en el futuro, está en el ahora.
La felicidad es un estado mental que solo es posible en el momento presente puesto que ni el pasado ni el futuro existen de verdad. Uno es algo que ocurrió, ya no está… y el otro es solo una posibilidad entre muchas, por eso, si queremos ser felices debemos aprender a ser felices en el ahora, con la vida que tenemos y con la suerte que nos ha tocado vivir. Pero eso no significa resignarse. Si queremos ser felices debemos currárnoslo.
«Puede que la acción no siempre traiga felicidad, pero no hay felicidad sin acción» Benjamin Disraeli.
Es un estado que perfectamente puede ser creado a nuestra voluntad. Si dejamos de sentirnos víctimas seremos más felices. Si dejamos de quejarnos y empezamos a ver lo positivo en lugar de poner el foco en lo negativo seremos más felices. Si hacemos deporte, si nos alimentamos bien, si mejoramos nuestra calidad de vida seremos más felices.
Si crecemos como personas, si nos arriesgamos a hacer aquello que nos apasiona, si tenemos metas y trabajamos para lograrlas seremos más felices. En el fondo no esta tan difícil. Solo requiere un poquito de esfuerzo cada día. Un cambio pequeño puede desencadenar un gran cambio. «Si quieres ser feliz tienes que esforzarte. Eso me dice esa vocecita que no calla :-)».
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