El autoconocimiento sienta las bases de la satisfacción personal y profesional, así de importante es.
La respuesta que darás a las 2 preguntas que te voy hacer ahora determinará si el contenido de este post es para ti, o no.
¿Estás satisfecho con la persona que eres? ¿Estás satisfecho con tu vida profesional?
Si la respuesta es sí, tal vez este post no te aporte demasiado, aunque siempre se puede aprender algo nuevo, ¿no? Pero si la respuesta es no, entonces sí, este post es para ti. Buena lectura querido lector.
¿Por qué el autoconocimiento es importante?
Si te pregunto quién eres, ¿Qué te viene a la cabeza?
Las respuesta típicas son nombre, edad, nacionalidad, profesión, rol familiar, estado civil, religión, inclinación política, etc.
Si bien es cierto que estas respuestas describen determinadas características de nuestra realidad, son meras generalidades comunes a muchas personas. No definen realmente quiénes somos.
Podrías tener otro nombre, cambiar de profesión o de país, casarte o separarte, tener hijos o no, y eso no alteraría lo que eres en esencia. Las etiquetas estandarizadas no es lo que te hace único.
Además de todas las etiquetas que cargamos en la «mochila», vivimos condicionados por un montón de ideas y creencias erróneas acerca de nosotros mismos.
Te pongo algunos ejemplos de creencias limitantes para asentar la información.
- Soy torpe
- Siempre meto la pata
- No sirvo para eso o aquello
- No caigo bien a nadie
- No se me da nada bien, etc.
Ya sean heredadas o creadas, las creencias limitantes no son reales pero están tan arraigadas en nuestra mente que se convierten en verdades absolutas para nosotros, y actuamos en consecuencia.
Si pienso que soy torpe, seré más propensa a cometer torpezas, y eso reforzará esa imagen que tengo de mi misma, y al final me convertiré en una persona torpe. Es la vieja historia de la profecía autocumplida.
Las creencias limitantes hacen que actuemos muy por debajo de nuestro verdadero potencial.
No las cuestionamos, no averiguamos de forma practica y objetiva si son ciertas o no. Las aceptamos y vivimos bajo su yugo, sin conocer nuestro verdadero potencial. Pero esa versión nuestra solo es eso, una versión, y bastante mala.
La importancia del autoconocimiento reside en el hecho de que nos permite conocernos en profundidad. Lo bueno y lo malo, lo que queremos y lo que no queremos, eso nos permite tomar decisiones alineadas con nuestros valores, principios, aspiraciones, deseos, gustos e intereses. Decisiones que impactan positivamente en nuestra felicidad y bienestar psicológico.
La falta de coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos es lo que hace que tengamos la sensación de que nos falta algo, de que las cosas no terminan de funcionar, de que, por un motivo u otro, la felicidad se nos resiste.
La ignorancia acerca de nosotros mismos nos aleja de la felicidad.
Conocerte en profundidad te ayudará a entender cómo funciona tu mente, te hará más consciente de lo que realmente es importante para ti, te permitirá manejar tus pensamientos y emociones de manera más inteligente y te ayudará a afrontar tus miedos, creencias limitantes, carencias, traumas, complejos y otros lastres emocionales para fortalecer tu autoconfianza y autoestima.
El autoconocimiento y la felicidad
“Conócete a ti mismo” decía el archiconocido aforismo griego inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos, advirtiendo a los visitantes de la importancia de conocerse a uno mismo.
Para muchos sabios y filósofos, el secreto de la sabiduría y de la felicidad radica en el conocimiento propio. Las cosas han cambiado mucho desde la antigua Grecia pero el punto de partida para alcanzar el bienestar psicológico sigue siendo el mismo, el autoconocimiento.
Para Aristóteles la búsqueda de la felicidad era el fin más elevado de la humanidad. Todas nuestras acciones, de manera directa o indirecta, tienen como finalidad hacernos sentir un poco más felices.
Profundizar en nosotros nos permite acercarnos a este fin.
El autoconocimiento es un viaje de autodescubrimiento con un gran poder de transformación. Nadie empieza y acaba siendo la misma persona, si te animas a recorrer este camino lo descubrirás por ti mismo.
Con cada paso que das profundizas un poquito más en tu verdadera esencia, y desde esta dimensión un mundo muy diferente emergerá para ti.
De cierto modo, este proceso es como un mapa que te muestra el camino para construir tu felicidad. Un mapa que te permite conocer aquello que te define, lo que te lastra o lo que te puede impulsar al éxito.
Es la esencia misma de la madurez humana. Quien se conoce se comprende, se acepta, se transforma y es más feliz.
Como decía Jung “Quien mira hacia fuera sueña, quien mira hacia adentro despierta”. ¿Es lo que desea? De ser así, espero y deseo de corazón haber aportar mi granito de arena en tu viaje hacia el interior.
Un abrazo,
Marcia.
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