Autoconocimiento, ¿Qué es y para qué sirve?

¿Te conoces bien?

¿Quién eres, más allá de tu nombre, edad, profesión o estado civil? ¿Te gusta cómo eres, te gusta lo que haces? ¿Te sientes realizado en tu vida?

Muchos sabios consideran que el autoconocimiento es el principio y el fin de la búsqueda de la sabiduría por parte de los seres humanos. Poca broma.

Pero, ¿Por qué es tan importante conocerse en profundidad? ¿Qué beneficios aporta? ¿Cómo se alcanza ese conocimiento? Si quieres conocer las respuestas a estas y otras preguntas te invito a seguir leyendo, porque en palabras de Aristóteles, “El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda sabiduría”.

¿Qué es el autoconocimiento?

El autoconocimiento es el conocimiento que tenemos acerca de nosotros mismos, en lo que se refiere a nuestros pensamientos, sensaciones, emociones, rasgos de personalidad, creencias, valores, necesidades, objetivos, preferencias, identidad social y otros aspectos que

Tiene una base puramente psicológica y subjetiva que se centra en dar respuesta a preguntas sencillas pero difíciles de contestar. ¿Quién soy? ¿Cómo soy en términos de carácter y temperamento? ¿Cuáles son mis peculiaridades y rasgos distintivos? ¿Cuál es mi lugar en el mundo? Estas son solo algunas de las preguntas que nos conducen a reflexionar acerca de nosotros mismos.

Para ello se requiere de mucha valentía, honestidad, humildad y la máxima objetividad posible, para que afloren las respuestas que buscamos. Tiene un alcance multidimensional que incluye tomar consciencia de nuestras:

  • Emociones
  • Experiencias
  • Fortalezas y debilidades
  • Principios y valores
  • Necesidades físicas y emocionales
  • Sueños y objetivos
  • Comportamientos, etc.

Para tener pleno conocimiento de uno mismo es preciso que indaguemos en nuestros defectos, virtudes, habilidades, talentos y capacidades, innatas y adquiridas.

En este proceso interviene la autorreflexión y autoobservación para comprender nuestras propias pautas comportamientos, y ser conscientes de la interconexión y relación causal entre nuestros pensamientos, emociones, reacciones físicas y decisiones, conscientes e inconscientes.

Conocerse en profundidad nos da la oportunidad de comprender, aceptar y actuar de modo inteligente, potenciando nuestras fortalezas y neutralizando aquellos aspectos negativos que lastran nuestro bienestar y felicidad.

Ahora bien, no es un logro que se obtiene gratuitamente, ni tampoco es algo que se pueda transmitir de una persona a otra, ya que se trata de un ejercicio de introspección que cada uno debe realizar por si mismo, y es un conocimiento que que se adquiere de a partir de la práctica de la autorreflexión.

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Fases del proceso de autoconocimiento

Llegar a conocerse a uno mismo no algo sencillo. No se hace en dos días, ni en dos meses, por este motivo requiere compromiso y paciencia, porque el viaje es largo. Somos seres complejos, y estamos en constante cambio, por lo que siempre hay nuevos aspectos por descubrir, hasta el fin.

El autoconocimiento no es un destino, sino un camino a seguir, un viaje de introspección que nos permite profundizar en nuestra esencia.

 1. Autopercepción y autoobservación

La autopercepción es la imagen que tenemos de nosotros mismos en lo que se refiere a nuestros rasgos físicos, así como los juicios que hacemos sobre nuestra forma se ser y estados mentales.

El proceso de autoconocimiento empieza por la toma de consciencia acerca de cómo nos percibimos en los distintos aspectos de nuestra vida, como si fuéramos un observador externo con el poder de saber lo que pensamos. El observador observa, para hacer un mapa de situación y conocer, sin juzgar.

Se trata de observar nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. Darnos cuenta de cómo vemos el mundo, de como afrontamos las situaciones, como reaccionamos a las adversidades, como nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás, como gestionamos nuestras emociones, en otras palabras, conocer nuestro modelo mental.

2. Memoria autobiográfica

Después de identificar los rasgos más marcados de nuestra «forma de ser», toca  investigar en el pasado, tirar de la memoria para profundizar en aquellos acontecimientos que, de un modo u otro, han impactado en nuestra forma de ser.

La percepción que tenemos de nuestra identidad se construye sobre la «memoria autobiográfica», es decir, en base a los recuerdos y conocimientos que hemos adquirido en nuestra más tierna infancia, al margen de la consciencia.

De adultos arrastramos muchas ideas y creencias erróneas sobre nosotros mismos, basadas en las cosas que nos decían cuando éramos niños, y también en base a la interpretación que hicimos de lo que nos sucedía. No son ciertas pero tienen el poder de verdades absolutas, y tienen en gran peso en nuestra vida.

Cuando identificamos el origen, y lo analizamos sin juicio, nos damos cuenta de que, el modo como interpretamos el pasado no es la única interpretación posible, y que muchas de las cosas que nos hemos creído no son ciertas.

Reinterpretar los sucesos de una forma más objetiva, muchas veces nos ayuda a quitar peso al asunto, y también ayuda a soltar lastres.

Mirar el pasado nos ayuda a evitar que siga condicionando nuestro futuro.

3. Autoaceptación

A medida que vemos descubriendo y asumiendo nuestras luces y sombras, también vamos aprendiendo a aceptar la realidad de la situación, aceptar que tenemos cosas buenas y cosas malas, virtudes y defectos, como todo el mundo.

Comprendemos que somos como somos, con nuestras luces y sombras, y no pasa nada, somos igual de válidos y merecedores.

Aprendemos a respetarnos sin condiciones ni reproches porque entendemos que el rechazo solo genera más rechazo, y que solamente desde la aceptación podemos sentirnos en plenitud con nosotros mismos.

No conviene confundir aceptación con resignación. Reconocer y aceptar que tenemos rasgos y hábitos indeseables no implica resignarse esta condición, más bien todo lo contrario, pone en marcha un proceso de mejora que los lleva a potenciar lo bueno.

4. Crecimiento personal

El proceso de autoconocimiento y crecimiento personal no son lo mismo pero están íntimamente ligados.

Tomar consciencia de como funcionamos en las distintas situaciones nos ayuda a pasar de pensar, sentir y actuar en piloto automático a actuar de una manera consciente, en otras palabras, nos permite pensar y decidir con claridad acerca de lo que es mejor en cada momento.

Con esta conciencia y comprensión de uno mismo podemos gestionarnos mejor, potenciar lo bueno y trabajar sobre lo malo, para hacer que sea menos malo, y a lo mejor incluso cambiarlo…

El conocimiento nos indica donde mirar, y saber que hacer, y gracias a ello mejorar, cambiar, avanzar, desarrollarnos como persona. El autoconocimiento y la superación personal van de la mano.

ahora bien, no es un camino lineal. El proceso de autodescubrimiento nos pone, cara a cara, con aspectos de nosotros mismos que tal vez no nos guste, cosas que pueden resultar incómodas, pero todo eso es necesario. Forma parte del proceso.

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Autoconocimiento y autoestima

De cierto modo el autoconocimiento forma la base de la autoestima, en tanto a que implica reflexionar acerca de aspectos tales como autoconcepto, autoevaluación, autorespeto y autoaceptación.

La infancia cobra especial importancia en la formación de la autoestima. Nuestro sentimiento de valía personal surge de nuestras experiencias, vivencias y mensajes que recibimos de nuestros padres, hermanos, primos, amigos y entorno.

Buscar respuestas para nuestros complejos en el pasado puede resultar doloroso, pero nos aporta una información valiosa para avanzar hacia la superación.

Afrontar los recuerdos dolorosos no es agradable, pero es necesario, ya que son estos recuerdos los que de algún modo nos han marcado. Si hay sufrimiento, enfado, rencor, indignación… hay herida, y si hay herida, para estar bien hay que sanar.

Si quieres poner tu autoestima a prueba, piensa en cómo te alimentas, en cómo te cuidas, en cómo te hablas cuando te equivocas, en cómo te valoras cuando te miras al espejo o en una foto, en la confianza que tienes en tus habilidades.

Identificar los puntos dañados de nuestra autoestima nos permite trabajar sobre ellos. Cuando les ponemos nombre y cara los complejos e inseguridades curiosamente empiezan a perder fuerza, mientras que la confianza se hace más fuerte.

A la inversa de lo que solemos pensar, el amor propio no es vanidad, y desde luego que no es egoísmo, sino que es algo esencial para nuestra salud física y mental.

Vernos bien nos hace sentir bien, y si nos sentimos bien, somos felices y hacemos a otros más felices, en el extremo opuesto está nuestra versión más huraña, refunfuñona y amargada. La gran pregunta es, ¿Qué versión queremos ser?

Actividades que pueden ayudarnos en el proceso de autoconocimiento

Estudiosos, filósofos y civilizaciones han debatido la cuestión del autoconocimiento durante mucho tiempo, y a día de hoy todavía no existe un verdadero consenso acerca de como alcanzar este conocimiento, porque se trata de un reto personal para cada persona.

No obstante existen muchos ejercicios y actividades orientadas a ayudarnos en este proceso, desde preguntas para guiar nuestras reflexiones a ejercicios sencillos que pueden darnos pistas acerca de aspectos de nuestra vida.

15 preguntas para reflexionar sobre uno mismo

En los párrafos previos ya te has encontrado con muchas preguntas cuyas respuesta requieren profundizar, en términos de autoconciencia, y a continuación encontrarás otra buena lista de preguntas de autoconocimiento. ¿Te animas a contestarlas?

  1. ¿Cómo te describes?
  2. ¿En qué ha cambiado tu personalidad desde la infancia?
  3. ¿Qué rasgos de carácter de tus padres reconoces en ti?
  4. ¿Cuáles son tus mayores debilidades?
  5. ¿Cuáles son tus mayores fortalezas?
  6. ¿Qué se te da bien de forma natural?
  7. Identifica 5 creencias negativas sobre ti
  8. ¿Qué es lo primero en lo que te fijas cuando observas tu reflejo en el espejo o te ves en un fotografía?
  9. ¿Qué temas de conversación te motivan?
  10. ¿Qué personas te inspiran?
  11. ¿Qué cualidades admiras en los demás?
  12. ¿Qué cualidades admiras más en ti mismo?
  13. ¿Qué habilidades te gustaría desarrollar?
  14. ¿A qué te dedicarías si el dinero no fuera un problema?
  15. ¿Cómo es tu «yo» ideal?

Journaling, conocerse a través de la escritura

Más que un ejercicio de autoconocimiento, el journaling es una práctica que implica tener un diario personal, o una simple libreta donde anotamos diariamente, cómo nos sentimos.

Se trata de escribir nuestros pensamientos y sentimientos tal y como surgen. Es una forma de expresar con total libertad que nos pasa por la cabeza, sin preocuparnos por la ortografía, forma o coherencia del texto.

Se trata de escribir en la corriente de la conciencia, sin cuestionar los pensamientos, y sin ni siquiera levantar el bolígrafo del papel, expresando tal como surge «el modo cómo nos sentimos» mientras escribimos.

Desarrollar el hábito de escribir un diario nos ayuda a tomar conciencia de como nos sentimos, especialmente cuando nos sentimos ansiosos o tristes. Es una excelente forma de conocernos más en profundidad, y adquirir una visión más amplia acerca de nosotros mismos.

20 preguntas de contestación rápida

Otra actividad de autoconocimiento es el conocido cuestionario de Proust, un conjunto de preguntas de contestación rápida que resulta amino y a la vez puede resultar muy revelador.

El objetivo de este ejercicio no es pensar demasiado, sino contestar rápidamente con lo primero que nos viene a la mente.

  1. ¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?
  2. ¿Cuál es su estado de ánimo actual?
  3. ¿Cuándo y dónde has sido más feliz?
  4. ¿Dónde te gustaría vivir?
  5. ¿Cuál es su mayor arrepentimiento?
  6. ¿Cuál considera que es su mayor logro?
  7. ¿Cuál es su posesión más preciada?
  8. ¿Qué es lo que más valora de sus amigos?
  9. ¿En qué ocasión mientes?
  10. ¿Qué persona viva es la que más admira?
  11. ¿Qué persona viva es la que más desprecia?
  12. ¿Cuál es su mayor extravagancia?
  13. ¿Cuál es su estado de ánimo actual?
  14. ¿Cuál es la cualidad que más te gusta en un hombre?
  15. ¿Cuál es la cualidad que más te gusta en una mujer?
  16. ¿Qué súper poder te gustaría tener?
  17. Si pudieras cambiar una cosa de ti mismo, ¿qué sería?
  18. Si murieras y volvieras como una persona o una cosa, ¿qué sería?
  19. ¿Con qué personaje histórico te identificas más?
  20. ¿Cuál es tu lema de vida?

Mapa de situación con la rueda de la vida

La Rueda de la Vida es una herramienta sencilla pero poderosa para visualizar todas las áreas de nuestra vida a la vez, ofreciendo una imagen clara de los aspectos que debemos trabajar si queremos encontrar un buen equilibrio entre todas las facetas importantes.

Este ejercicio nos invita a puntuar, del 1 al 10 teniendo cómo nos sentimos en las distintas  áreas de nuestra vida. 10 es la nota máxima, lo que implica un alto nivel de satisfacción, mientras que 1 es la nota mínima, y significa descontento e insatisfacción. Las áreas valoradas son:

  • Salud
  • Amor
  • Trabajo
  • Familia
  • Amistad
  • Finanzas
  • Estilo de vida
  • Crecimiento personal

Si quieres realizar este ejercicio en profundidad, aquí tienes una guía de la rueda de la vida.

La importancia del proceso de autoconocimiento personal

El autoconocimiento es el mapa que nos permite construir, en la medida de lo posible, una vida plena y satisfactoria. Profundizar en uno mismo es salir del Matrix, es darse cuenta que la mayoría de nuestras limitaciones son fruto de creencias erróneas.

Confrontarlas, cuestionarlas, racionalizarlas hace que se hagan más y más débiles, hasta que dejan de limitarnos. Este es un súper poder que subestimamos.

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Despejar la mente de las ideas y creencias negativas adquiridas a lo largo de la vida tiene un impacto brutal en nuestra vida. Es como dejar de ir por la vida con el freno de mano puesto.

No se trata de una moda actual promulgada por charlatanes del crecimiento personal, sino que está íntimamente ligado con la idea misma de la filosofía, por este motivo el mandato délfico «Conócete a ti mismo» fue objeto de estudio de muchos filósofos en distintas épocas de la historia y en distintos continentes.

Este proceso de introspección nos permite identificar nuestras limitaciones y también nuestro potencial, que abre la puerta a explorar nuestras virtudes, fortalezas, talentos, habilidades, capacidades y autoliderazgo iniciando un proceso de desarrollo personal, en otras palabras, nos impulsa a convertirnos en nuestra mejor versión.

No es fácil resumir, en pocas palabras, la importancia de conocerse en profundidad, porque los beneficios son muchos,

Llevo unos segundos observando el cursor parpadear, pensando en una respuesta elocuente que resuma en pocas palabras porque es importante conocerse, pero si tuviera que hacerlo diría que el autoconocimiento es importante porque nos permite ser y honrar la persona que verdaderamente somos.

“Ser” implica detectar nuestros defectos, miedos y creencias negativas y conectar con nuestras habilidades, dones, virtudes y talentos, para permitir que aflore nuestro verdadero potencial.

“Honrar” implica tratarnos con respeto y estima, al fin y al cabo es como debería ser, ¿no crees? Si no lo hacemos, ¿cómo podemos pretender que otros lo hagan?

Es el camino que nos permite sanar nuestra autoestima para aceptarnos y estar en paz con nosotros mismos y con los demás.

En una respuesta más amplía, basada en mi propia experiencia, puedo decir que el autoconocimiento nos ayuda a:

Tomar mejores decisiones

Me consta que mucha gente se siente perdida en la vida, que no sabe lo que quiere, a mí me pasó. Invertí mucho tiempo y dinero estudiando y trabajando en cosas que realmente no estaban conectadas con mis pasiones, valores, principios y con mi creatividad, consecuencia: insatisfacción profesional y personal.

El conocimiento aporta una tranquilidad y seguridad que cambia por completo las reglas del juego. Dejamos de tomar decisiones basadas en nuestras creencias limitantes y miedos, para decidir desde la consciencia, con confianza y firmeza.

Mejorar nuestra autoestima

En mayor o menor medida todos arrastramos problemas de autoestima, y muchas veces ni siquiera somos conscientes de ello. De hecho, muchos de nuestros comportamientos dañinos se deben a la falta de amor propio.

Una baja autoestima puede hacer que nos sintamos feos, apocados, insuficientes, inadaptados y poco merecedores, y el resultado de eso puede ser catastrófico, desde una relación enfermiza con la alimentación a mantener relaciones tóxicas.

Solo con asumir nuestros problemas de autoestima ya avanzamos en el buen camino. El autoconocimiento nos ayuda a aceptarnos tal y como somos, lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo como parte de lo que somos, aunque eso no significa resignarse, en mi caso me estimuló a mejorar.

Mejorar nuestra inteligencia emocional

Si no sabemos gestionar adecuadamente nuestras emociones somos esclavos de ellas, y eso puede ser muy malo.

Tener una inteligencia emocional poco desarrollada implica muchas subidas y bajadas anímicas, reacciones impulsivas y exageradas, problemas para relacionarse con los demás, mal genio, pataletas y mucho drama.

El proceso de autoconocimiento emocional nos permite reconocer y comprender nuestras emociones, y también identificarlas en los demás. El simple hecho de saber lo que sentimos y porqué lo sentimos ya nos ayuda a reducir nuestras reacciones viscerales e impulsos.

Solo desde el conocimiento podemos aprender a gestionar mejor nuestras emociones, favoreciendo una mejor comunicación, resolución de problemas, autocontrol, estabilidad emocional, empatía y capacidad de escucha.

El autoconocimiento emocional también nos ayuda a empatizar con los demás, porque reconocemos en ellos reacciones similares a las nuestras. En definitiva, sentir bien, es vivir bien.

Gozar de más vitalidad y satisfacción

El autoconocimiento es la base del bienestar psicológico. Somos más felices cuando expresamos libremente nuestra manera de ser, sin miedo a ser juzgados y rechazados.

Conocernos nos permite actuar de acuerdo con nuestros sentimientos y valores internos. Nos sentimos realizados cuando existe coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos.

Nos sentimos más vitales cuando entendemos que tenemos la capacidad de desarrollarnos como persona. Somos como arcilla en manos de un escultor, de nosotros dependo el resultado final.

El autodescubrimiento es el punto de partida para co-crear una vida a nuestra medida, desde la consciencia, y con los elementos de nuestra propia realidad.

Estés son solo algunos de los beneficios más comunes que aporta este maravilloso viaje de autodescubrimiento, beneficios que he comprobado empíricamente, y por ello te los comento, pero no son los únicos te lo aseguro. Merece la pena embarcarse en este viaje.

El autoconocimiento a lo largo de la historia

Según la historia de la filosofía, la leyenda, el mandato «Conócete a ti mismo» (gnôthi seautón) fue tallado en piedra a la entrada del templo de Apolo en Delfos, en la Antigua Grecia, lo que llevó a eruditos y filósofos a debatir sobre la importancia de alcanzar el autoconocimiento desde el 300-400 a.C. no obstante, parece que ser el interés por esta disciplina a lo largo de la historia fue intermitente.

Su autoría sigue siendo motivo de controversia para los estudiosos, siendo barajados como posibles autores, Heráclito,Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Sócrates o Pitágoras.

Si avanzamos en el tiempo, todo indica que en algunos períodos históricos, como por ejemplo en la Edad Media, los intereses se centraban en el conocimiento de Dios en vez del conocimiento del yo.

De acuerdo con el profesor de filosofía Mitchell Green de la Universidad de Connecticut, el interés por profundizar en uno mismo ha ido y venido a lo largo de la historia por razones culturales, políticas, económicas e ideológicas, y no es hasta varios sigl0s más tarde, en la Edad Moderna, cuando se retoma el interés por la introspección, siendo René Descartes, 1596 – 1650, el filósofo que marca el inicio de las discusiones modernas sobre el la autoconciencia con su conocida frase, «Pienso, luego existo«.

A partir de entonces entran en escena muchos otros filósofos como John Locke, que con su «teoría de la mente» sentó las bases de las concepciones modernas de la consciencia,  identidad y del yo.

Otros filósofos posteriores como Hume, Rousseau y Kant, entre otros, han explorado la naturaleza de la autoconsciencia, teniendo en cuenta la relación entre la capacidad de pensamiento autoconsciente y la posesión de una concepción de uno mismo como agente de cambio en un mundo objetivo.

En la actualidad, autoconocimiento es una palabra de moda, y se ha convertido en elemento básico en ámbito del autoliderazgo contemporáneo.

Los antiguos sabios teorizaban sobre la importancia de conocerse a uno mismo, no obstante, gracias a los avances de la ciencia, a día de hoy se ha podido comprobar de manera empírica el impacto que tiene este proceso en la vida de una persona.

Las investigaciones sugieren que conocerse en profundidad aumenta nuestros niveles de autoconfianza, seguridad y creatividad. También parece indicar que nos comunicamos con mayor eficacia, establecemos relaciones más sólidas y tomamos decisiones más acertadas.

Conocerse en profundidad es equivalente a tener un mapa de nosotros mismos. Cuanto más profundizamos, cuanto más aprendemos, mejor sabemos manejarnos. El conocimiento es poder.


 

Fuentes: Know Thyself: The Philosophy of Self-Knowledge

What Is Self-Knowledge in Psychology? 8 Examples & Theories

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