La falta de autoconfianza está detrás de muchos de nuestros problemas, y nos sumergen en un enmarañado de inseguridades, dudas y miedos que pueden paralizarnos. “No me veo capaz de…” “No estoy preparado…” “No soy lo suficientemente bueno…” etc.
No tener confianza en nosotros mismos nos lleva a desvalorizarnos, a compararnos con los demás, a magnificar nuestros errores, a pensar que no somos merecedores, y a sentirnos pequeños e incapaces.
La autoconfianza es un asunto serio. Su ausencia deteriora nuestro amor propio, y nos convierte en personas inseguras, y propensas al autoboicot. Poca broma.
Si te identificas con algunas de estas características, Don’t Panic, hay solución.
La confianza en uno mismo se construye, y en este post te explicaremos 6 formas prácticas de hacerlo, pero antes de avanzar…
¿Qué es la autoconfianza?
La autoconfianza es la confianza que tenemos en nosotros mismos, respecto a nuestras habilidades, capacidades y atributos, dicho de otro modo, es la seguridad acerca de nuestra valía, tanto en el ámbito personal como profesional.
Va de la mano de la autoestima, y de cierto modo se retroalimentan, siendo ambas indispensables para lograr nuestros objetivos de vida, y gozar de buena salud emocional.
El modo como nos percibimos determina el modo como actuamos. Te pongo un ejemplo:
«Imagina que te ofrecen un ascenso importante, más dinero y más responsabilidades. Si tienes confianza en tus capacidades, aceptarás el desafío, pero, si te falta confianza y seguridad, es muy posible que termines por rechazar el puesto.»
La confianza en uno mismo se construye en base a varios factores. Las experiencias de vida, las relaciones, la retroalimentación recibida desde la infancia, el entorno, los traumas, el aspecto físico, el estatus social son solo algunos de los elementos que influyen en el desarrollo de la autoconfianza.
Tener mucha o poca confianza en nosotros mismo rara vez está relacionado con nuestras capacidades reales, sino que se trata de una percepción subjetiva basada en meras creencias.
La buena noticia es que se trata de un constructo, y como tal es moldeable y mejorable. Podemos aumentar la confianza que tenemos nuestras capacidades y posibilidades.
Ahora bien, es normal experimentar falta de autoconfianza de vez en cuando, sobre todo cuando nos sacan de nuestra zona de confort. El problema surge cuando la falta de confianza afecta nuestro bienestar emocional, y nos impiden avanzar en la vida.
Conductas típicas de la falta de autoconfianza
- Preparase mucho pero no ser capaz de pasar a la acción
- Compararse con los demás
- Infravalorar las cualidades y magnificar los defectos
- Magnificar los errores y minimizar los éxitos
- Reaccionar mal a las críticas y desaprobaciones
- Dar mucha importancia a las opiniones ajenas
- No hacer cosas por miedo a cometer errores que los demás podrían ver
- Abandonar los objetivos demasiado pronto
- Sentir necesidad de aprobación de los demás
- Evitar situaciones sociales nuevas por inseguridad
- Evitar las experiencias desconocidas
- Inseguridad acerca de la apariencia física
¿Detectas alguna conducta típica en ti? No te preocupes, ya has dado el primer paso, detectar el problema, a partir de ahora solo queda poner solución. Si quieres ganar autoconfianza, te animo a poner en prácticas lo que viene a continuación.
6 maneras de aumentar la confianza en uno mismo
1. Conócete a ti mismo
El autoconocimiento es el primer paso para trabajar en nuestra autoconfianza. Tenemos que profundizar en nosotros mismos para detectar las creencias limitantes que tenemos acerca de nuestras capacidades y habilidades.
Este proceso de redescubrimiento es necesario para identificar nuestros valores y principios, defectos y virtudes, fortalezas y debilidades para crear una visión realista de nosotros mismos, teniendo en cuenta nuestras luces y sombras.
Solo desde el autoconocimiento podemos controlar aquellos aspectos de nosotros que nos impiden avanzar, y aprovechar nuestros recursos internos para mejorar nuestros resultados.
2. Acéptate tal y como eres
La aceptación es un paso más para ganar confianza en uno mismo. Tenemos que aceptar que no somos perfectos, y no pasa nada, de hecho, nadie lo es. Todos tenemos cosas buenas y malas, la clave está en potenciar lo bueno y reducir o neutralizar lo malo.
También tenemos que aceptar que los errores forman parte del camino, y que todos nos equivocamos, no obstante podemos aprender de ello, y evitar que vuelva a suceder.
Aceptarnos implica ser capaces de ver y asumir nuestros defectos y carencias, sin necesidad de «autocriticarnos» por ello. Somos fruto de factores genéticos y ambientales, y gran parte de nuestra configuración mental no se ha hecho de forma consciente, de modo que no podemos culparnos por todo.
Lo único que podemos hacer es aceptar aquello que está fuera de nuestro ámbito de control, y cambiar aquello sobre lo que sí tenemos control, pero con paciencia, amor y respeto hacia nosotros mismos.
3. Sé fiel a ti mismo
La falta de confianza hace que demos un valor sobredimensionado a las opiniones ajenas. Incluso hace que ignoremos nuestras propias opiniones y deseos por considerarlas inválidas o adecuadas, y eso menoscaba todavía más nuestra confianza y sentido de valía.
Los consejos de los demás pueden ser valiosos, pero nadie está es nuestra piel, y nadie puede saber realmente lo que necesitamos y queremos, por este motivo tenemos que aprender a tomar decisiones de forma autónoma e independiente, siendo fiel a nosotros mismos.
Y eso no significa que no vayamos equivocarnos, pero al menos seremos nosotros quienes dirige nuestra vida.
4. Establece pequeños objetivos y cúmplelos
¿Cuántas veces te has propuesto cosas que luego no has llevado a cabo? Si eres como la mayoría de nosotros, muchas veces, y eso lo que hace es deteriorar el nivel de confianza que tenemos en nuestras capacidades, por este motivo es recomendable empezar con objetivos sencillos, que sean relativamente fáciles de alcanzar.
La consecución de pequeños objetivos es fundamental para recuperar la confianza en uno mismo. Al lograr lo propuesto nos sentimos hábiles, competentes y capaces de hacer las cosas que nos proponemos.
Con cada nuevo objetivo cumplido reforzamos un poquito más nuestra autoestima y autoconfianza, lo que nos hace sentir cada vez seguros de nuestras capacidades, y eso tiene un impacto muy favorable en todos los aspectos de nuestra vida.
5. Deja de compararte con los demás
La baja confianza nos lleva compararnos con los demás, y eso a menudo nos deja en mal lugar, sobre todo porque la información que tenemos está incompleta. Es fácil mirar una foto en Instagram y pensar, «que bien le va todo» pero no sabemos si es cierto, además, por contraste, solemos sentirnos peor.
Tenemos que evitar las comparaciones. Cada uno tiene su camino, su historia y sus luchas, ninguna es mejor o peor que otra, simplemente es la realidad que le ha tocado a cada uno.
Nuestro desafío no es superar a los demás, sino superarnos a nosotros mismos, es decir, superar una versión «inferior» a lo que realmente podemos llegar a ser.
6. Cuida tu salud física y mental
El cuidado de nuestra salud física tiene un impacto directo en nuestra salud mental, y en nuestra autoestima, y eso va de la mano de la autoconfianza.
Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, también nos sentimos más confiados y seguros acerca de nuestras posibilidades de éxito en cualquier área de nuestra vida.
Hacer deporte, mantener una alimentación sana y buenos hábitos diarios son importantes para una vida equilibrada y satisfactoria.
Y no lo olvides…
La verdadera confianza en uno mismo proviene del interior, y no del exterior. El entorno y las opiniones ajenas son cambiantes, y solo tienen en cuenta ciertos aspectos, por lo que no debemos depender de ellas.
La confianza se cimenta sobre acciones que nos ayuden a mejorar la percepción que tenemos de nuestras capacidades y habilidades, no lo contrario. Se basa en la autoaceptación, el amor propio y la comprensión.
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